Uno de los aspectos mas importantes y a tener en cuenta, se relaciona con la clase de semilla que se utilizará y el tratamiento que se debe realizar a cada una de ellas, los principales tipos de semillas que se utilizan en el sector panelero son el cogollo, los cangres o yemas pregerminadas y los tallos. Cada uno de ellos se emplea de acuerdo a la disponibilidad de semilla, al área a sembrar y a la finalidad que se requiera es decir fines comerciales, experimentales y/o de investigación.

Cogollo

Es uno de los tipos de semilla mas utilizados a nivel nacional, empleándose generalmente en regiones donde predomina el sistema de siembra mateado y el corte por entresaque, sin embargo, en algunas regiones donde predomina el sistema de siembra a chorrillo, ocasionalmente se utiliza este tipo de semilla, por diferentes razones: la primera por carestía de semilla y baja oferta de ciertas variedades nuevas en la región, también para aprovechar el cogollo resultante del corte de un lote listo para moler (Figura 1).

Figura 1. Semilla de cogollo


Fuente. Julio Ramírez Durán

La obtención del cogollo puede darse al momento del corte, donde los corteros realizan una labor llamada descogolle (Figura 2), la cual consiste en separar el tallo del cogollo y el cogollo de la palma, o también se puede obtener cogollo realizando la actividad de descogolle, una vez se encuentra la caña aprontada (Figura 3) cerca al molino, y antes que los silleros acomoden la caña para la molienda.

Figura 2. Descogolle Fuente. Julio Ramírez Durán

Figura 3. Caña aprontada sin organizar Fuente. Magda Liliana Murcia Pardo

Es primordial resaltar que una vez se cuenta con el cogollo listo para la siembra, se recomienda sembrarlo lo mas pronto posible, debido a que a medida que transcurre el tiempo, el cogollo comienza a perder viabilidad y su porcentaje de prendimiento disminuye, ocasionando problemas de baja densidad de plantas por hectárea y aumentando la presión de malezas por unidad de área.

Entre los principales problemas que presenta este tipo de semilla, sobresale la susceptibilidad al ataque de plagas y enfermedades, debido a que por ser ésta la parte mas tierna de la planta, se encuentra recubierta de hojas tiernas difíciles de desprender y donde se hospedan los insectos adultos y/o estados inmaduros de algunas plagas, además de ser un tipo de semilla que acarrea sobrecostos al productor porque el rendimiento de los corteros se ve afectado por la actividad del descogolle, adicionalmente se requiere de operarios extra para descogollar, labor que es dispendiosa, otros para recoger y transportar la semilla hasta el lote a sembrar y posteriormente, otros que realice la labor de descalcetado de la semilla, con el cuidado de no dañar las yemas o puntos de crecimiento. Asimismo con el empleo de esta semilla, la siembra presenta mayor dificultad, debido a la incomodidad de transportar y distribuir este tipo de semilla dentro del lote y a lo largo del surco, puesto que generalmente son trozos de 30 cm.

Finalmente, se resalta que para establecer una hectárea de caña mediante el sistema de siembra a chorrillo con cogollo (Figura 4), se estima que la cantidad de semilla que se usa puede oscilar entre 12 y 14 toneladas, mientras que con semilla de estacas o tallos de buena calidad, se requiere de 7 a 8 toneladas para el establecimiento de una hectárea.

Figura 4. Siembra a chorrillo con cogollo


Fuente. Julio Ramírez Durán

Yemas Pregerminadas

Aunque es uno de los métodos de propagación menos implementados, se recomienda para aquellas circunstancias donde no se cuenta con gran número de tallos por variedad, y donde no se puede correr el riesgo de perder el escaso material vegetativo conque se cuenta, ya sea por problemas climáticos o edáficos. Este tipo de semilla es ampliamente utilizado en procesos de experimentación, donde los altos costos de transporte de una buena cantidad de material vegetativo a diferentes regiones, dificultan el proceso de evaluación de variedades (Figuras 5 y 6).

Figura 5. Yemas pregerminadas Fuente. Magda Liliana Murcia Pardo

Figura 6. Yemas pregerminadas Fuente. Magda Liliana Murcia Pardo

La semilla antes de ser transplantada a lote definitivo, requiere de una etapa de vivero que puede durar dos meses (Figura 7). Durante dicha etapa, las yemas (trozos aproximadamente 4 o 5 cm.) son sembradas en un sustrato dentro bolsas plásticas de 3 Kg, cuyo sustrato debe ser adecuado para garantizar el excelente desarrollo radicular de las plantas y su posterior adaptación en el terreno definitivo.

Figura 7. Etapa de vivero de yema pregerminada


Fuente. Julio Ramírez Durán

Mediante este método se puede realizar un control de plagas, enfermedades y malezas de manera eficiente durante la etapa de emergencia de plantas, debido a que se facilita el manejo de las plantas en vívero.

Una vez la etapa de vívero ha transcurrido, el material de siembra debe ser transplantado a sitio definitivo mediante el método de siembra mateado, dejando entre cada sitio de siembra de 50 a 60 cm y manteniendo una línea recta o surco a la distancia que se defina como la mas apropiada (Figura 8). Alrededor de los 8 a 9 meses, estas plantas de caña pueden ser utilizadas como nuevo material de siembra, obteniendo así una proporción de semilla bastante significativa (1:10), siempre y cuando se aplique el debido paquete de manejo agronómico.

Figura 8. Transplante de yemas pregerminadas a campo


Fuente. Juan Gónzalo López Lopera y Guillermo Osorio Cadavid

El porcentaje de emergencia o brotamiento mediante este método, es altamente eficiente y en los casos en que se pierde la semilla se debe principalmente al maltrato de las yemas o a su baja viabilidad a causa de la edad (más de 12 meses).

Semilla Vegetativa o Semilla de Tallos

Es el tipo de semilla más utilizado a nivel nacional, generalmente es empleado en el sistema de siembra a chorrillo, presenta un alto porcentaje de germinación siempre y cuando los tallos utilizados provengan de un semillero joven, es decir, presenten una edad adecuada (entre 8 y 10 meses). Se recomienda que para obtener lotes comerciales con excelentes rendimientos, se debe utilizar semilla que proceda de lotes de una sola variedad de caña, evitando así futuras mezclas y posible desigualdad en la maduración de los cultivos, así como un adecuado plan de manejo del semillero (Figura 9).

Figura 9. Corte de semilleros


Fuente. Julio Ramírez Durán

De acuerdo al sistema de siembra y sus variaciones (chorrillo sencillo o doble con o sin traslape), la cantidad de semilla que se emplea para una hectárea puede oscilar entre 7 y 8 toneladas, lo anterior dependiendo de la calidad de la semilla que se utilice, sin embargo, si es necesario recurrir al sistema de chorrillo doble, se puede llegar a emplear entre 10 a 12 toneladas de semilla por hectárea.

Los tallos que se utilizan para la siembra pueden variar en su longitud, sin embargo se recomienda una vez regada la semilla en el fondo del surco, realizar una actividad llamada picado, el cual consiste en trozar los tallos de la caña en pedazos de aproximadamente 40 cm de longitud que contengan entre 3 y 4 yemas (Figura 10), siendo esta actividad una labor que fisiológicamente estimula la germinación de la caña.

Figura 10. Picado de la caña


Fuente. Julio Ramírez Durán