El desarrollo del cultivo de caña es el reflejo de diferentes actividades de adecuación y manejo agronómico, las cuales son realizadas con la finalidad de obtener el máximo provecho de ciertos factores, entre los que sobresalen: luminosidad, abonamiento y humedad; sin embargo, muchos de estos factores favorecen también el desarrollo de algunas malezas, las cuales por presentar una serie de características como mayor cantidad de semilla por unidad de área, mayor adaptación a la zona, menor tiempo de germinación y emergencia respecto al cultivo, se desarrollaran primero y ocasionaran atrasos en el desarrollo y crecimiento del cultivo (Figura 1), que se transformara en pérdidas al momento de evaluar los rendimientos de éste; además de dificultar en gran medida, la labor de corte, puesto que cultivos con altas poblaciones de malezas, representan menor eficiencia en la labor de los operarios de campo.

Figura 1. Caña en atrazo por enmalezamiento


Fuente. Julio Ramírez Durán