"El desarrollo inicial de la planta de caña es lento; por lo tanto, si en esta época crítica no se eliminan las malas hierbas, la población y la producción del cultivo pueden reducirse hasta en un 40%. Por el contrario, si los campos se mantienen libres de malezas hasta que las plantas cubran la superficie del suelo, la sombra que producen éstas y su rápido crecimiento impedirán que durante la fase productiva del cultivo aparezcan malas hierbas." [²]

En algunas ocasiones el primer control de malezas suele realizarse con la finalidad de facilitar la elaboración de los surcos o de los canales de drenajes, pero cuando este control es efectuado con mucha anterioridad a la siembra se requiere que una vez sembrado, se realice un segundo control de malezas tan pronto como sea posible (Figura 4). Estos dos controles de malezas son preemergentes al cultivo de caña, y como se mencionó anteriormente, se realizan para reducir la competencia en la etapa mas critica del cultivo frente a las malezas.

Figura 4. Lote para control de malezas al momento de la siembra


Fuente. Julio Ramírez Durán

En este sentido, el segundo control de malezas o control al momento de la siembra puede realizarse básicamente de dos maneras: la primera con un producto no selectivo (Glifosato) para la cual se recomienda un tiempo no mayor a 5 días después de la siembra de la caña en sistema chorrillo, cuando aún no existan brotes en la superficie del terreno, de lo contrario pueden presentarse daño a las plantas y esto retrasa el desarrollo del cultivo.

La segunda opción, consiste en realizar dicho control con productos específicos para las diferentes malezas existentes en el lote, lo cual requiere de un cierto grado de conocimiento de las malezas predominantes de la región, para hacer la adecuada combinación de productos que controlen malezas de hoja ancha y malezas de hoja angosta, en dosis y proporciones directamente relacionadas con la población existente.

Es de anotar que realizar este control de malezas durante los primeros días de desarrollo de las malezas o en etapas tempranas (primeros 40 días), evita que éstas produzcan nuevas estructuras de propagación como semilla, bulbos, estolones, que ocasionaran problemas en futuros ciclos del cultivo. Realizar este control de malezas de manera técnica durante varios ciclos del cultivo, logrará la domesticación de lotes en cuanto a la población de malezas, ayudado por la hojarasca y sombra del cultivo, y con el paso del tiempo, se disminuirán los costos en cuanto a este rubro.

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[²] CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LA CAÑA DE AZÚCAR DE COLOMBIA. El cultivo de la caña en la zona azucarera de Colombia. Calí: Feriva, 1995. p. 143.