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San José de Cúcuta, 14 de septiembre del 2013

Así se titula la actividad que el Componente Atención Psicosocial de la Alianza Fondo Adaptación – Universidad de Pamplona para el Acompañamiento Social al Reasentamiento de Gramalote, realizó el pasado 13 de septiembre con la comunidad gramalotera residente en Cornejo.

En este corregimiento del municipio de San Cayetano, Norte de Santander, como en muchos otros, se pueden encontrar familias que tras el colapso de su municipio partieron hacia sectores aledaños donde se ubicaron temporalmente mientras se realiza el traslado definitivo al nuevo casco urbano que se levantará en la vereda Miraflores.

Los psicólogos de la Alianza viajaron hasta allá para compartirles información acerca del convenio entre la Universidad de Pamplona y el Fondo adaptación y la función de los diferentes componentes que forman parte del proceso de reubicación de Gramalote. “Queríamos que ellos comprendieran la labor que estamos haciendo y que se motivaran a ser parte de ella; nosotros estamos trabajando por y para los gramaloteros”, expresó María Judith Baptista, psicóloga.

El encuentro se llevó a cabo en horas de la tarde, en una de las canchas públicas de Cornejo. Unas 25 personas de todas las edades participaron no solo de la socialización del convenio, sino del taller, ‘Yo soy Gramalote’. El ejercicio inició pidiéndole a la comunidad que realizara un dibujo del objeto o  lugar con el que se sentían identificados; cada gramalotero tomó un marcador y una hoja, y fue reflejando mediante trazos, que a Gramalote lo siguen llevando en el corazón.

Uno de los tantos casos en los que Gramalote fue protagonista, fue el del niño Farid Gustavo Rivera, quien dibujó una casa en una montaña. Según él, representa a los campesinos y es donde le gustaría vivir con su familia cuando reconstruyan el municipio.

El siguiente paso del taller consistió en ubicar las hojas en el piso y caminar sobre ellas, la mayoría acató lo indicado y algunos se negaron a hacerlo, fueron justo estas personas quienes recibieron las felicitaciones de los psicólogos, debido a que  el ejercicio no se basaba en la obediencia, sino en el respeto por el otro, por sus intereses y por sus pertenencias. La situación les permitió a los gramaloteros reflexionar acerca de la magnitud de los actos y de la importancia de pensar en los demás antes de ejecutar cualquier acción.

Ruby Castilla Soledad
Componente comunicación e información pública
Acompañamiento Social Fase II Reasentamiento Gramalote
Alianza Fondo Adaptación – Universidad de Pamplona

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