La variedad juega un papel importante en el cultivo de la caña de azúcar, si se tiene en cuenta que la caña, como organismo viviente, se comporta de diferentes maneras bajo distintas condiciones de clima y suelo, manifestando su mayor o menor adaptabilidad directamente en su productividad.

En Colombia, especialmente en las áreas sembradas para panela, se encuentran variedades que, debido a su condición de antigüedad, están en un proceso de degradación natural, viéndose mermadas en su capacidad de producción.

La importancia de un programa de mejoramiento genético en caña de azúcar se basa en remover periódicamente un material vegetal fisiológicamente viejo o que ha perdido su capacidad de producción, lo cual se denomina deterioro o declinación en la producción. Este fenómeno, que se presenta después de muchos años de estar cultivando una determinada variedad, se debe a diferentes causas, entre las cuales sobresalen las plagas y enfermedades, los aspectos genéticos, el material de propagación y las condiciones edáficas.

El mejoramiento se puede definir como el desarrollo de cultivos genéticamente superiores con buenas características agronómicas para el beneficio de una comunidad. Los nuevos materiales genéticos, deben garantizar por lo menos los siguientes aspectos:

• Incrementos en los rendimientos de caña y sus productos derivados.
• Disminución de los costos de producción.
• Reducción de los ciclos de producción.
• Adaptabilidad a diferentes ambientes agro-ecológicos.
• Jugos de buena calidad y con buenos contenidos de sacarosa
• Mejoramiento en la calidad de los productos y sub-productos.
• Disminución de los problemas fitosanitarios.
• Otras posibilidades o nuevas alternativas de uso, entre otras.